Rita M. Gross ha fallecido

El día 11 de noviembre falleció Rita M. Gross, autora de referencia para las mujeres y los hombres que trabajan para la equidad de género en el budismo. Sus investigaciones y libros, como El budismo después del patriarcado, han colaborado a dar una nueva dirección en la comprensión, a la luz del feminismo, de las varias facetas de la doctrina, la práctica y la cultura budistas. Rita M. Gross nos deja un legado de liberación tanto para las mujeres como para los hombres, y tanto en Occidente como en Oriente. Para nosotras es una profunda fuente de inspiración y un claro ejemplo del bien inmenso que puede llegar a hacer una persona.

300full-rita-grossProfesora en la Universidad de Wisconsin-Eau Claire (Estados Unidos), Rita M. Gross fue una destacada estudiosa del budismo desde una perspectiva comparada. Presidió la Sociedad de Estudios Budista-Cristianos y participó en el diálogo cristiano-budista durante veinticinco años como representante de la corriente vajrayana y del budismo tibetano en general. En nuestro país, participó en el IV Parlamento de las Religiones del Mundo que tuvo lugar en Barcelona en julio de 2004 y en un Simposio sobre Educación Interreligiosa que dirigió Raimon Panikkar.

Recomendamos encarecidamente la lectura en profundidad del libro El budismo después del patriarcado. Historia, análisis y reconstrucción feminista del budismo, publicado por la Editorial Trotta el 2005. He aquí dos párrafos extraídos de esta joya (pág. 201):

Ciertamente, no me resigno a aceptar el estado de cosas que caracteriza a una gran parte del mundo budista en relación con las cuestiones de género. Si tuviera que ser una mujer budista bajo las condiciones que existen en muchas partes de ese mundo, el budismo no habría sido la religión de mi elección. Tan sólo una coincidencia auspiciosa entre budismo y feminismo, centrales a mi visión, me permite proseguir un diálogo interno entre ambos. Ese diálogo interno ha ocasionado una transformación mutua. La voz profética, a partir de enseñanzas más tempranas en las modalidades occidentales del espíritu, irrumpe de forma nítida y sonora en mis comentarios budistas sobre las mujeres. Todavía más, permitirse usar la voz profética en el discurso budista quizás constituya la mayor, la más necesaria y la más útil herramienta para un feminismo budista.

Al mismo tiempo, la transformación mutua también procede del otro lado, porque la práctica budista de la meditación y el énfasis budista en la gentileza, sin duda contribuyen a modular la voz profética, que a veces puede resultar un tanto estridente en un proclamación de intuiciones y verdades muy valiosas. Tal vez podamos concebir el maridaje de la compasión y la justicia en la ética social, así como la adopción de un enfoque a la vez amable en sus formas pero vigorosamente activo en el momento de abordar las cuestiones de los privilegios, la jerarquía y la desigualdad de género.

Muchas gracias, Rita M. Gross, por tu aportación maravillosa. Nuestro deseo es continuar trabajando en este camino hacia la liberación de todos los seres, sea cual sea su género e identidad, manteniéndonos firmemente comprometidas, como tú, con la práctica y la acción social.