Las madres del Budha Shakyamuni

Las historias individuales de las dos madres del Budha, hermanas y reinas, reflejan las cualidades de las mujeres desde varios aspectos. Su madre biológica destacaba por su belleza, su sensibilidad y percepción, pero a la vez nos muestra la impermanencia y la fragilidad de la vida. Su tía y madre adoptiva, por el contrario, nos muestra fortaleza, valentía, una gran tenacidad y capacidad de guía.
Maha Maya y Maha Pajapati fueron fundamentales en los inicios del budismo, no solo por haber parido y criado a Siddharta, sino también por haber sido las primeras en transitar el camino del despertar que su hijo enseñ
ó.

Maha Maya Devi, la madre biológica del Budha, era la hija del rey de Devahaha, reino de Kolya, ubicado en el actual Nepal. Se casó con Suddhodana, gobernante del clan Shakya de Kapilavastu. Se dice que un largo tiempo después de consumado el matrimonio, Maha Maya tuvo un sueño en el cual un elefante blanco con seis colmillos descendía del cielo y entraba a su cuerpo disolviéndose en él. Este sueño fue considerado auspicioso por los astrólogos y se sospechó en ese momento que Maha Maya se encontraba finalmente embarazada.
Confirmada la noticia, Maya retorna a la casa paterna, como era tradición, para dar a luz, pero no llega a tiempo. El niño nace en los jardines de Lumbini, a la sombra de los arboles y a la orilla de un arroyo, en un día colmado de pequeños milagros. Luego del nacimiento, madre e hijo retornan al palacio en Kapilavastu, pero Maha Maya no logra recuperarse del parto, sufre malestares y fiebres y, pasados siete días, muere.
Después de su muerte. Maya conservó su consciencia y eligió un renacimiento en el reino de los dioses y los bodhisattvas. Fue visitada por el Budha, luego de su iluminación, con la intención de rendirle homenaje y enseñarle el Dharma. Se dice que es la madre de Maitreya, el Budha del futuro.
Dentro de la literatura budista, Maha Maya Devi se muestra como una mujer fecunda en la flor de la vida. Se cuenta que durante su embarazo se encontraba radiante, alegre, sin malestares relacionados con su estado de gravidez. Su nombre, Maha Maya, significa “Gran ilusión”.

Estatua de Maya del siglo 19, Museo Guimet en Paris
Estatua de Maya del siglo 19, Museo Guimet en Paris.

Su belleza brilla como una pepita de oro puro.
Tiene rizos perfumados como la gran abeja negra.
Ojos como pétalos de loto, dientes como estrellas del cielo.
Del Lalitavistara Sūtra

Fallecida Maya, el pequeño Siddhartha queda a cargo de Maha Pajapati Gotami, hermana de su madre biológica y segunda esposa del rey Suddhodhana, con quien tuvo un niño llamado Nanda -posteriormente conocido como el discípulo Ananda- y una niña llamada Sundarinanda.
Siddharta y Nanda crecen juntos en estrecha amistad, aprendiendo conocimientos propios de los reyes. Siddharta, al llegar a la edad apropiada se casó con la joven Yasodhara, pero tiempo después dejó el palacio siguiendo su llamado interior.
Algunos años después, el rey Suddhodhana muere y reina el caos debido a las luchas de poder entre los Kolya y los Shakya. Las mujeres, desprotegidas, recurren Maha Pajapati buscando guía y amparo. Ella, sabiendo de las actividades de Siddharta y la insipiencia de su orden religiosa, recurre a él solicitándole que les permita, a ella y al resto de las mujeres, sumarse a la orden, pero el Budha se negó.
Pajapati no se desanima ante esa negativa, todo lo contrario: se corta el cabello, tiñe su vestimenta y se dirige a Vesali a pie, junto con 500 mujeres que la siguen, para encontrarse nuevamente con su sobrino.
Llegada a la ciudad, se encuentra con Ananda, su hijo y discípulo del Budha, a quien le solicita que interceda por ellas para que sean aceptadas en la orden monástica recientemente creada.

Es así como, a pesar de la continua negativa del Budha , Ananda respetuosamente lo cuestiona:


«Señor, ¿las mujeres son capaces de realizar las diversas etapas de la santidad como monjas?»
«Lo son, Ananda», dijo el Budha.
«Si es así, Señor, sería bueno que las mujeres pudieran ser ordenadas monjas», dijo Ananda, animado por la respuesta del Budha.
«Si, Ananda, Maha Pajapati Gotami aceptara las Ocho Condiciones, se consideraría que ya ha sido ordenada como monja».

Maha Pajapati Gotami - estatuilla de madera
Maha Pajapati Gotami – estatuilla de madera.

Gotami acordó aceptar las Ocho Condiciones y se le otorgó el estatus de primer bhikkhuni (monja). Tiempo después el rey de Lichchavis construyó en Vesali una residencia para las mujeres de la orden monástica.
Las causas originales por las cuales el Budha se negaba a la incorporación de las mujeres a la orden no estaban relacionadas con dudar de su posibilidad de despertar, sino más bien con los conflictos de la coyuntura política y social de esos tiempos. A través del cuestionamiento de Ananda, el Budha afirma la igualdad de condiciones para alcanzar el despertar por parte de hombres y mujeres y cede en su negativa.
Se dice que Maha Pajapati Gotami vivió 120 años y vio cumplidas sus aspiraciones al abrir camino del despertar enseñado por el Budha para todas las mujeres. Su nombre, Pajapati, significa “madre del gran niño”.

Esta es la historia de las madres del Budha y del inicio de la orden de las bhikkhunis (monjas). Las Ocho Condiciones, las reglas extras que el Budha establece para la ordenación de las mujeres, han sido cuestionadas respecto a su veracidad y representan un tema de discusión actual en el budismo, como lo es también la legitimación del linaje de las bhikkhunis en la tradición Theravada.


Fuentes: Blog “Mujeres budista sin vueltas” y Wikipedia.
http://mujeresbudistasinvueltas.blogspot.com/2011/01/ancestras.html
http://mujeresbudistasinvueltas.blogspot.com/2011/02/ancestras.html